El IVA es un impuesto necesario que está ligado a la vida de la empresa y el autónomo, donde las empresas deben pagar un IVA.
Al mismo tiempo, es obligatorio repercutir este impuesto sobre los clientes que compran los productos o servicios que la empresa ofrece.
En esta guía se explicará todo lo relacionado con el IVA soportado mayor que repercutido.
Qué es el IVA soportado
Es el impuesto que el autónomo o empresa paga por los servicios o productos que haya requerido para el desarrollo de su actividad económica.
En otras palabras, es el que va ligado a todos los gastos necesarios para poder hacer el trabajo.
Lo más notable del IVA soportado es que anula al repercutido, o por lo menos reduce su cuantía, el Estado comprende que estás haciendo tu aportación con el impuesto por otra vía.
Qué es el IVA repercutido
Es el impuesto que toda empresa o autónomo cobra a los clientes por los servicios prestados o productos vendidos.
Ese IVA debe entregarse a la Agencia Tributaria de manera trimestral, por medio de las liquidaciones trimestrales de IVA que se realizan con el modelo 303 y 390 (anual).
Todos los servicios y productos tienen un IVA asignado que se calcula desde su base imponible, pero el valor de este varia en base al tipo de bien o servicio que sea.
Es por eso, que existen 3 tipos de IVA distintos: superreducido (4%), reducido (10%) y general (21%).
En qué se diferencian
El IVA repercutido y soportado, son dos tipos de tributos que provienen del Impuesto del Valor Añadido, pero no son iguales. Sus principales diferencias son:
- El IVA repercutido no permite deducible y el IVA soportado sí.
- El IVA soportado lo paga el consumidor de forma directa. Mientras que el IVA repercutido lo paga el autónomo, o la empresa, al hacer su declaración de IVA.
- El IVA soportado se deduce con facturas, el IVA repercutido se ve en la factura del servicio.
Las diferencias entre ambos impuestos son muy notorias, pero tienen una similitud, y es que ambas deben ser declaradas por empresas y autónomos.
El motivo de esto, es que ambos cumplen una actividad comercial, que crea renta. Los dos impuestos son indirectos, ya que no se declaran a Hacienda de manera directa.
Por qué existen dos tipos de IVA
Porque es un impuesto que grava cada una de las etapas de producción de un producto (servicios adicionales, compra de materiales).
Si el empresario no consigue deducirlo, el cliente final pagaría una alta cantidad. La forma más fácil de evitarlo es deducir el IVA soportado sobre el repercutido para que no haya problemas de doble imposición.
Cómo se calcula el IVA soportado y el IVA repercutido
Para el IVA soportado será necesario que siempre nos pongamos en la posición del consumidor.
Así se verá más claro que este se representa como un gasto en la declaración y logra deducirse.
La Agencia Tributaria comprende, que existen gastos frecuentes y reiterados que son necesarios para que el autónomo o empresario, desempeñe la actividad comercial.
Estos son descontados de forma fiscal y se deducen al cumplirse los requisitos que se han establecido por la Ley del IVA. Por ejemplo:
- Es importante contar con la factura de los gastos realizados.
- La deducción de los gastos solo es ejecutada por autónomos o empresas.
- El pago debe relacionarse con la actividad comercial que se ofrece.
- No se deduce IVA en el consumo de tabaco y bebidas alcohólicas.
- Los gastos deben entrar en los gastos deducibles que son para que la empresa funcione de manera correcta.
Cálculo del IVA soportado
Este impuesto se paga como consumidor, y se refleja en el precio de los servicios que se consumen, para el correcto funcionamiento de la empresa.
Por ejemplo, cuando se paga la asesoría de un experto, pagamos el impuesto en el precio, pero al hacer la declaración, se podrá deducir como un gasto operativo. Es importante guardar las facturas de los gastos.
Cálculo del IVA repercutido
Este impuesto se calcula sobre la totalidad del precio que se ofrece. Esto quiere decir, que si un autónomo ofrece una asesoría en 100 €, a este se le agrega el 21% del IVA.
La factura del servicio quedaría con un total de 121 € por asesoría, que debe pagar el cliente. Dicha diferencia de 21 € se paga al momento de declarar los impuestos por parte del autónomo o empresa.
Por lo tanto, teniendo todo esto en cuenta, es importante entender los conceptos clave relacionados con el IVA soportado y el IVA repercutido. Uno de los escenarios más comunes que encontramos es cuando el IVA soportado es mayor que el IVA repercutido, lo que puede generar cierta confusión para los contribuyentes.
En términos sencillos y resumiendo todo lo explicado anteriormente, el IVA soportado es el impuesto que pagas por la compra de bienes o servicios, mientras que el IVA repercutido es el impuesto que cobras por la venta de bienes o servicios. Cuando el IVA soportado es mayor que el IVA repercutido, significa que has pagado más impuestos de los que has cobrado.
Este escenario puede ocurrir por varias razones, como por ejemplo, cuando realizas gastos en bienes y servicios que no están sujetos a IVA o cuando facturas a una tasa de impuestos menor de lo que pagaste. También puede suceder en casos en los que tus ventas no han sido tan buenas como esperabas.
Es importante destacar que, aunque el IVA soportado sea mayor que el IVA repercutido, esto no significa que pierdas ese dinero, ya que puedes recuperar el excedente a través de la declaración del impuesto sobre el valor añadido. De hecho, la Agencia Tributaria suele devolver el IVA a favor de los contribuyentes en los casos en que el IVA soportado supera al IVA repercutido.
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