Ley Hipotecaria Articulo 28

Ley hipotecaria

El artículo 28 de la Ley Hipotecaria supuso una gran limitación a la propiedad de los bienes inmuebles adquiridos por herencia, ya que obligaba a los herederos a esperar un plazo de dos años para beneficiarse de la fe pública registral respecto a los inmuebles heredados cuando no eran los herederos forzosos.

Este artículo establece que «los bienes inmuebles heredados no podrán ser transmitidos a terceros antes de transcurridos dos años desde la fecha de fallecimiento de su titular.» Esto significa que, aunque se herede una casa o un terreno, no se podrá vender hasta que hayan pasado dos años.

La ley también establece que «en los casos en que no haya herederos forzosos, se entiende que se han hecho cargo de ellos quienes figuran en un testamento o fideicomiso testamentario.»

En este caso, al no haber herederos forzosos, se consideran herederos los que figuran en un testamento o fideicomiso testamentario y pueden vender los bienes heredados una vez transcurridos dos años.

La consultoría legal es esencial para asegurar el cumplimiento de la ley hipotecaria y evitar posibles riesgos y conflictos en las transacciones hipotecarias. Los consultores legales especializados en la ley hipotecaria ofrecen asesoramiento a sus clientes sobre los requisitos, obligaciones y procedimientos que deben cumplir tanto los prestamistas como los prestatarios en el ámbito hipotecario. Además, los consultores legales pueden brindar soluciones a los problemas que puedan surgir en el proceso de contratación de un préstamo hipotecario, como pueden ser los casos de incumplimiento de los términos del contrato o la reclamación de cláusulas abusivas. Por tanto, contar con un buen asesoramiento legal en materia hipotecaria es crucial para evitar situaciones desfavorables y garantizar una transacción segura y transparente para todas las partes involucradas.

Efectos negativos del artículo 28 de la Ley Hipotecaria

El artículo 28 de la Ley Hipotecaria es una ley que se puso en marcha para evitar que las viviendas heredadas se vendieran sin el consentimiento del heredero.

Este artículo ilegalizaba que cualquier propietario vendiera su casa sin el consentimiento de su heredero, lo que significaba que los herederos podían quedarse con una casa heredada que no se podía vender durante muchos años.

Otros efectos negativos del artículo 28 de la Ley Hipotecaria, es que, al no existir tantas casas en venta en el mercado, los precios bajaban. Además, los bancos no aceptaban este tipo de casas porque al ser heredadas no servían como garantía, simplemente no se podían vender o estaban muy reguladas.

No cabe duda de que era uno de los efectos negativos más llamativos que tenía este artículo 28 de la Ley Hipotecaria.

Derogación del artículo 28 de la Ley Hipotecaria

Luego de tantas quejas y varias demandas y “escándalos” con respecto al artículo 28, se estableció la derogación del artículo 28. Por ende, el 3 de septiembre del año 2021 el mismo fue derogado, así ya los propietarios que heredaron su casa podían venderla sin problemas, como una casa que no fue heredada. Por otra parte, cabe resaltar que la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Publica indicó esto:

«Sería discriminatorio y lesivo para los intereses de todos aquellos que hayan heredado de un causante que haya fallecido hasta el día 2 de septiembre de 2021; y existirían dos realidades distintas en sus consecuencias jurídicas por el mero transcurso de unas horas, siendo una situación completamente distinta fallecer el día 2 de septiembre a las 23:00 horas, o fallecer el día 3 de septiembre a las 00:05 horas».

Esto quiere decir que hay condiciones con respecto a la fecha en la que fallece la persona que deja en herencia una propiedad. Aquellos que lo hacen el 2 de septiembre aún deben cumplir la antigua ley, pero los del 3 de septiembre y posterior no.

En conclusión, la ley hipotecaria es una normativa fundamental para regular las transacciones inmobiliarias y financieras en el ámbito hipotecario. Su importancia radica en la protección de los derechos de los usuarios y en la estabilidad del mercado hipotecario. A través de esta ley se establecen los procedimientos, requisitos y obligaciones que deben cumplir tanto los prestamistas como los prestatarios, garantizando una mayor transparencia y seguridad en las operaciones hipotecarias. Es importante destacar que la ley hipotecaria está en constante evolución y actualización para adaptarse a las necesidades del mercado y a los cambios en las condiciones económicas y sociales. Por lo tanto, es fundamental estar al día en cuanto a las reformas y actualizaciones que se produzcan en esta materia para poder tomar decisiones informadas y proteger nuestros intereses. En resumen, la ley hipotecaria es una herramienta esencial para proteger a los ciudadanos y garantizar una mayor estabilidad y transparencia en el mercado hipotecario.